9.08.2011

"Hice un pacto con el diablo,el se queda con mi alma y yo con su camiseta…”



Me acuerdo cuando me la dio. Estaba frente a mi
ofreciéndomela con el brazo extendido.
Lo mire a los ojosy por un segundo vi en un mínimo reflejo,
un pasado lleno de gloria.
Era grande, muy grande. En ese momento sentí un magnetismo y la agarre.
Lentamente su mano se abrió como dándome permiso para llevármela.
Nunca voy a olvidar ese primer movimiento
donde mi mano derecha atravesó el interior de la camiseta
hasta llegar a la abertura de la manga.
Fue como si una corriente sanguínea a trescientos grados
centígrados pasase desde las uñas de mis dedos
hasta la redondez de mis hombros haciéndome sentir cada uno de los
pelos del brazo como alfileres hirviendo.
Recuerdo que en ese instante al diablo se le dibujo una sonrisa,
sabia que ya no había vuelta atrás.
Yo me había dado cuenta que tampoco.
Entonces en un segundo movimiento introduje mi mano izquierda y luego mi cabeza.
Fue una sensación única, inolvidable.
Sentí el infierno mismo. Mi corazón latía tan fuerte que me asustaba
y me producía placer al mismo tiempo. Adrenalina pura.
La tela cálida de la remera se deslizaba por mi cara
como un mimo para mi frente y mi nariz.
Sabia que me había metido en algo de lo que nunca mas iba a salir.
Sabía que me había hecho de INDEPENDIENTE…
 
 
 
 
 
 


 

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